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TEGUCIGALPA. Después de más de una década en el país, la hasta ahora coordinadora del el Centro de Atención al Migrante Retornado, CAMR, sor Valdette Willeman, ha concluido su misión enfocada en la defensa de los derechos de los emigrantes retornados.
La religiosa retornó a su país de origen, Brasil, donde se reunirá con su familia y atenderá un retiro espiritual antes de emprender sus nuevos cometidos en beneficio de los sectores excluidiso.
En declaraciones ofrecidas en la terminal aérea de Tegucigalpa, Willeman manifestó que se lleva los mejores recuerdos de Honduras y expresó su identificación plena con aquellos que abandonan su tierra y que arriesgan su vida en condición de indocumentados en busca de mejores derroteros.
Sor Waldette estuvo a cargo del Centro de Atención al Migrante, donde los compatriotas retornados de México y Los Estados Unidos recibían alimentación y respaldo para volver a sus lugares de origen.
Willeman llegó a Honduras en el 2004, apoyando desde esa fecha a los compatriotas que venían deportados desde los Estados Unidos, a quienes recibía con un café y una baleada y brindaba apoyo para que retornaran a sus hogares.
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Gobierno la condecora
El Gobierno de Honduras condecoró con la Orden «José Cecilio del Valle» en el grado de «Comendador» a Sor Valdette Willeman, quien fungía como directora del Centro de Atención al Migrante Retornado en San Pedro Sula.
Tras completar su misión en Honduras la religiosa se pondrá a disposición de las misioneras de la Orden de las Hermanas Scalabrinianas.
El reconocimiento fue entregado por la primera dama Ana García de Hernández y la vicecanciller María Andrea Matamoros.
La monja se mostró agradecida por esta distinción e indicó es un orgullo; «agradezco a Dios por vivir mi vocación en una misión tan linda como es servir a los migrantes hondureños», dijo.
